Ante un sistema educativo enfocado en la memorización, la comprensión lectora tiende a situarse, en ocasiones, en un segundo plano en la vida académica de niños y adolescentes. Pero entender lo que se lee, sobre todo para los más pequeños, es un factor esencial para el buen aprendizaje y frenar el fracaso escolar.
Existen diversas iniciativas de asociaciones y organizaciones que promueven el desarrollo del hábito de lectura en los más pequeños, pero el entorno familiar es un elemento esencial. El acompañamiento lector familiar constante y continuado fomenta un acercamiento de los niños a los libros y desarrolla su comprensión lectora, algo que afectará de forma positiva a su vida escolar y su futuro académico.
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