El bullying o acoso escolar es un problema latente en entornos escolares españoles y también a nivel internacional. Es un fenómeno que viene de largo, y al que no se ha conseguido encontrar una forma de erradicación satisfactoria, por lo que sigue afectando a estudiantes de todas las edades y entornos sociales. Sus consecuencias no son exclusivas al ámbito social, sino que también afectan a los procesos de aprendizaje de niños y adolescentes.
Ningún país puede lograr una educación inclusiva y equitativa de calidad si los alumnos sufren violencia en la escuela. Aquellos alumnos que pasan por experiencias de acoso escolar ven disminuido su sentimiento de pertenencia a la escuela y sus aspiraciones para el futuro. Es importante encontrar una solución a este problema global para que niños y adolescentes no vean mermados su salud mental y física y no se vea afectado su bienestar general.