Las definiciones de lectura y competencia lectora han cambiado con el tiempo para reflejar los cambios en la sociedad, la economía, la cultura y la tecnología.
Leer ya no se trata principalmente de extraer información, se trata de construir conocimiento, pensar críticamente y emitir juicios fundados.
‘Los lectores en la era digital también deben dominar varias habilidades nuevas. Deben tener conocimientos mínimos de TIC para comprender y operar con los dispositivos y aplicaciones. También tienen que buscar y acceder a los textos que necesitan leer mediante el uso de motores de búsqueda, menús, enlaces, pestañas y otras funciones de paginación y desplazamiento. Debido a la profusión incontrolada de información en Internet, los lectores también deben ser exigentes en la elección de las fuentes de información y en la evaluación de la calidad y credibilidad de la información. Por último, los lectores deben leer los textos para corroborar la información, detectar posibles discrepancias y conflictos y resolverlos.’ [1]
Debemos pensar de qué manera podemos llevar la tecnología de una manera significativa y segura al aula.
La educación digital es un eje transversal en la nueva Ley de Educación, la LOMLOE.
La Ley Orgánica 3/2020, de 29 de diciembre, por la que se modifica la Ley Orgánica 2/2006, de 3 de mayo, de Educación, (LOMLOE) ha modificado un apartado del art. 83 de la Ley Orgánica 3/2018, de 5 de diciembre, de Protección de Datos Personales y garantía de los derechos digitales (LOPDGDD) el cual reconoce el derecho a la educación digital.
Así en el Preámbulo de la nueva ley de educación, en el último párrafo advierte:
“Se incluye también una disposición final que modifica y adapta al contexto educativo la recientemente aprobada Ley Orgánica 3/2018, de 5 de diciembre, de Protección de Datos Personales y garantía de los derechos digitales (…)”.
Y es en la Disposición final cuarta, donde se desprende la modificación del art. 83.1 de la LOPDGDD queda redactado de la siguiente forma:
«1. El sistema educativo garantizará la plena inserción del alumnado en la sociedad digital y el aprendizaje de un consumo responsable y un uso crítico y seguro de los medios digitales y respetuoso con la dignidad humana, la justicia social y la sostenibilidad medioambiental, los valores constitucionales, los derechos fundamentales y, particularmente con el respeto y la garantía de la intimidad personal y familiar y la protección de datos personales. Las actuaciones realizadas en este ámbito tendrán carácter inclusivo, en particular en lo que respecta al alumnado con necesidades educativas especiales. Las Administraciones educativas deberán incluir en el desarrollo del currículo la competencia digital a la que se refiere el apartado anterior, así como los elementos relacionados con las situaciones de riesgo derivadas de la inadecuada utilización de las TIC, con especial atención a las situaciones de violencia en la red».[2]
Desarrollo y aplicación de SAR
En este marco, ANELE– la Asociación Nacional de Editores de Libros y Material de Enseñanza, que agrupa a editoriales dedicadas a la generación de contenidos destinados a la educación en todos los formatos y soportes, representando el 90% del mercado- y CEDRO -que representa y defiende los legítimos intereses de autores y editores de libros, periódicos, revistas y partituras, facilitando y promoviendo el uso legal de sus obras [3]– se han unido para impulsar un entorno digital seguro en el desarrollo de las competencias digitales de la comunidad educativa, y en un marco responsable con los derechos de propiedad intelectual.
En febrero de 2021, los editores de ANELE han comenzado a incorporar su catálogo en SAR: una aplicación desarrollada por CEDRO que permite identificar cualquier uso digital de las obras indexadas en su repertorio y evitar, así que pueda estar haciéndose un uso indebido en redes abiertas o cerradas. SAR nace con vocación internacional puesto que está previsto que se sumen fondos de otros países a través de sus correspondientes entidades de gestión.
El presidente de ANELE, José Moyano, aseguró que “esta iniciativa es más necesaria que nunca puesto que nos encontramos en un momento en el que la educación a distancia, debido a la Covid-19, es una realidad y las autoridades educativas necesitan que sus profesores y alumnos trabajen con contenidos de calidad”.
Por su parte, el director general de CEDRO, Jorge Corrales, destacó que “es un compromiso por parte de los autores y editores apoyar a las autoridades educativas a integrar a los estudiantes en la sociedad digital” y que “para ello es necesario que desarrollen las destrezas relacionadas con el acceso a la información y la creación de contenidos en un marco de buenas prácticas en materia de propiedad intelectual. Queremos ayudar a las autoridades educativas a conseguir este objetivo”.
Trabajar con contenidos de calidad generando buenas prácticas en materia de propiedad intelectual en esta situación híbrida de aprendizaje a la que nos ha conducido la pandemia del COVID-19 es un compromiso de ANELE y CEDRO, con el fin de apoyar a las autoridades educativas a integrar al alumnado en la sociedad digital
Por otro lado,, el portal web Dialogando de Telefónica[4] recoge que “el pasado 9 de febrero se celebró en todo el mundo el Día de Internet Segura o Safer Internet Day[5], bajo el lema ‘Una Internet mejor comienza contigo: más conectados, más seguros’, promovido por la red INSAFE/INHOPE[6] con el apoyo de la Comisión Europea, y abanderado en España por el Instituto Nacional de Ciberseguridad, INCIBE[7], con el objetivo de promover un uso seguro y positivo de las tecnologías digitales, especialmente entre niñas, niños y jóvenes.
Aún nos queda mucho por mejorar en cuanto a seguridad en la Red en aspectos como la defensa ante los delitos cibernéticos, la legislación de los estados protegiendo al usuario y la autorregulación de las tecnológicas. Nos queda mucho por aprender también en cuanto a saber convivir en Internet con quienes piensan diferente, una convivencia que nos aportaría seguridad por la disminución de conflictos. Y desde luego nos queda mucho por aprender en cuanto a responsabilizarnos un poco más de nuestra propia vida digital como usuarios.
En este aprendizaje, según recoge Dialogando, de Telefónica, las familias jugamos un papel clave.
Para ver los 16 PASOS PARA LA SEGURIDAD FAMILIAR EN INTERNET, según este portal en cuanto a dispositivos, contenidos, acciones y personas. DESCARGARSE PDF
[1] (OCDE, 2011, pág.20). Citado en OCDE. PISA 2018 Reading Literacy Framework. Doc.: CY7_NPM (1603) 05a_FRW_ReadingFramework_1.docx (p.7)
[2] La LOMLOE modifica la Ley Orgánica de Protección de Datos.
https://fe.ccoo.es/b706dbbcce4353e17baf6b59b689ce93000063.pdf
[3]Se puede obtener más información en: https://www.cedro.org/
[4] Se puede consultar toda la información en: https://dialogando.com.es/16-pasos-para-la-seguridad-de-las-familias-en-internet/
[5] https://www.saferinternetday.org/