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Informe: “El Entorno Económico e Institucional del sector del libro de texto”, del Catedrático Juan José Durán Herrera
- Las políticas activas de los gobiernos regionales en materia de ayudas a las familias para los libros de texto y la falta de políticas de Estado están conduciendo a una situación de segmentación y desigualdad en la enseñanza primaria y secundaria.
- Determinadas políticas de las Comunidades Autónomas están teniendo efectos negativos en la industria del libro y pone en peligro su papel de difusor cultural, así como la apuesta que realizan por la innovación educativa.
- El sector editorial educativo contribuye notablemente al Valor Añadido Bruto de nuestra economía y a la generación de empleo en nuestro país.
- Mantener la competitividad de estas empresas contribuye a mantener el efecto sede central y reducir las posibilidades de potenciales deslocalizaciones hacia el exterior.
- El catedrático considera muy conveniente disponer de un calendario y periodo de vigencia común para la renovación de los materiales escolares, creando un ámbito favorable al desarrollo pedagógico de la calidad de la educación. Esta circunstancia facilitaría no sólo la planificación sino también, y de manera especial, la obtención de economías de escala y el ahorro de costes administrativos.
Madrid, 15 de enero de 2019.- El sector editorial de contenidos educativos español contribuye claramente a la creación de Valor Añadido Bruto de la economía, así como a la generación de empleo, tanto directo como inducido. Además, juega un papel relevante en la creación de valor económico del idioma español. Estas son algunas de las principales conclusiones del Informe ‘El entorno económico e Institucional del sector del libro de texto’, elaborado por el Catedrático Emérito de Economía de la Empresa de la Universidad Autónoma de Madrid y Decano de los Fellows de la European Business Academy, Juan José Durán Herrera, y patrocinado por CEDRO.
Este informe destaca la contribución del sector editorial educativo al Valor Añadido Bruto (VAB) de la economía española, (el sector de libros y prensa aporta en torno al 1% al PIB español y más del 34% del PIB en el conjunto de actividades culturales) y a la generación de empleo, tanto directo como inducido.
Señala, además, recogiendo los datos aportados por el Estudio de Impacto socioeconómico de la cadena del papel (integrada por papel y cartón, logística de entrega y editores, así como consumo de activos intangibles como tecnología y conocimientos) genera, en términos de renta directa 5.147 millones de euros, siendo de 3.611 millones de euros la renta indirecta que se crea por las ramas de actividad que conforman la cadena de valor”. Además, proporciona significativamente ingresos públicos a través de los impuestos: sobre Valor Añadido, sobre la Renta de las Personas Físicas, Sociedades y, también a través de las cotizaciones a la Seguridad Social.
A todo ello se une que España es una de las principales potencias editoriales del mundo, con algunos grandes grupos editoriales que ocupan posiciones relevantes a escala internacional, con una gran presencia en Iberoamérica. Empresas editoras españolas tienen más de 200 filiales en una treintena de países, muchas de ellas con más de sesenta años de antigüedad. Mantener la competitividad de estas empresas contribuye a mantener el efecto sede central (localización del gobierno corporativo, diseño y control de estrategias, por ejemplo) y reducir las posibilidades de potenciales deslocalizaciones hacia el exterior. Según recoge este informe, “el hecho de que existan multinacionales españolas en este sector contribuye a la generación de comercio intraempresa y con terceros y, por tanto, al aumento del comercio internacional de la economía española”.
Asimismo, el Informe reconoce la contribución del sector editorial en el valor económico del español. Una importancia que supone una retroalimentación ya que, por un lado, la vitalidad del idioma español contribuye a incrementar la proyección de futuro del libro español y, por otro, los libros producidos y exportados por las editoriales españolas constituye una contribución relevante a la generación de valor del idioma español. El informe señala que este valor representaría el 15% del PIB y explicaría el 16% del empleo.
Un sector en riesgo
El Informe también analiza cómo las políticas de las Administraciones Públicas están teniendo una incidencia importante en la actividad del sector de la edición educativa, en particular, y en el sector del libro en general, poniéndola en riesgo. En este sentido, considera que las respuestas que están dando las Comunidades Autónomas a cuestiones como las ayudas para la financiación de los libros de texto no contribuyen a garantizar certidumbre al sector empresarial dedicado a la edición de libros y contenidos educativos.
Juan José Durán analiza los diferentes modelos de financiación de las Ayudas a los libros de texto en las Comunidades Autónomas y cómo estos han variado a lo largo de los últimos años en función de los vaivenes políticos. “La financiación -y las normas que la regulan- de las ayudas a las familias por las Comunidades Autónomas han venido evolucionando a lo largo de estos años habiéndose propiciado cambios notables, incluso con periodicidad de un solo curso académico. Este contexto genera incertidumbre, problemas de gestión y de planificación empresarial”. Y apunta que “poder realizar una buena estimación de la demanda temporal de libros de texto mejoraría la utilización eficiente de una financiación limitada y aumentaría las probabilidades de que las escuelan recibieran los libros que necesitan”.
El Catedrático sugiere que “sería muy conveniente disponer de un calendario y periodo de vigencia común (en todas las Comunidades Autónomas) para la renovación de los materiales escolares, creando un ámbito favorable al desarrollo pedagógico de la calidad de la educación. Esta circunstancia facilitaría no sólo la planificación sino también, y de manera especial, la obtención de economías de escala y el ahorro de costes administrativos”. Para la mejora de esta gestión administrativa, el informe considera que las Administraciones autonómicas deberían garantizar que “las ayudas llegan a quien verdaderamente las necesita. El sistema de financiación como primer presupuesto debería incorporar criterios redistributivos, para lo que habría que tener en cuenta el nivel de renta de las familias”.
En este sentido, Juan José Durán se detiene a analizar algunos modelos puestos en marcha como los modelos de ‘bancos de libros o ‘bancos de libros solidarios’ así como otros mecanismos alternativos de distribución y comercialización de libros usados. Señala que estos modelos pueden conllevar consecuencias negativas para la calidad de la educación, “ya que pueden fomentar el deterioro y obsolescencia de los libros y desalentar la lectura y la formación de bibliotecas familiares”. Además, destaca los efectos que pueden tener sobre la industria del libro, “con un continuado retroceso en la edición de libros de texto y materiales curriculares” así como sobre la propiedad intelectual: “estas prácticas podrían estar vulnerando los derechos de autor en el préstamo o alquiler de libros de texto que no recaen bajo las excepciones previstas en la Ley de Propiedad Intelectual, por ejemplo, el caso del préstamo bibliotecario”.
Apuesta por el consenso
El informe constata que las políticas activas de los gobiernos regionales en materia de libros de texto y la falta de consenso y de respuesta del Estado al respecto, han conducido a una situación de segmentación y desigualdad en la enseñanza primaria y secundaria, “la proliferación de normas y su contenido dan la sensación de que, en cierta medida, cada Autonomía quiere diferenciarse, de alguna manera, de las demás”.
El catedrático, considera que esta “falta de coherencia del sistema educativo español va ligada a la desigualdad en el gasto por alumno, en los medios para el tratamiento de alumnos con dificultades y también en las inversiones. Se puede decir que los cambios institucionales producidos en las Administraciones regionales no han evolucionado en el mismo sentido de la necesidad de alcanzar altas cotas de eficacia, eficiencia y equidad”. El Informe repasa algunos datos de los estudios internacionales sobre el rendimiento académico y señala que estos demuestran que “los resultados en educación no solo se consiguen dedicando un mayor gasto público a su financiación, sino que también cuenta la calidad de la gestión realizada”.
Algunos datos clave del informe
- El sector editorial (libros y prensa) representa el 1% del PIB Nacional y el 34% del PIB de las actividades culturales españolas.
- La cadena de valor de la industria del papel (papel y cartón, logística de entrega y editores) genera 5.147 millones de euros de renta directa y 3.611 millones de renta indirecta).
- El sector editorial español es el quinto del mundo con una gran presencia en Iberoamérica.
- Empresas editoras españolas tienen más de 200 filiales en una treintena de países.
- El sector editorial realiza una importante contribución al valor económico del español, que representa el 15% del PIB y el 16% del
- Unas adecuadas políticas educativas en materia de libros de texto contribuirían a mejorar la igualdad entre los alumnos en las diferentes comunidades autónomas y la eficacia y eficiencia de las políticas de las Ayudas a las Familias para los libros de texto, así como una reducción de los costes
Sobre ANELE
ANELE es la Asociación Nacional de Editores de Libros y Material de Enseñanza. Agrupa a editoriales dedicadas a la generación de contenidos destinados a la educación en todos los formatos y soportes. Las empresas pertenecientes a ANELE representan el 90% del mercado. Colabora con las Administraciones Educativas nacionales y regionales para el desarrollo de las legislaciones educativas y sus correspondientes desarrollos curriculares en la edición de contenidos destinados al uso de centros y alumnos de todas las etapas: infantil, Primaria, Secundaria Obligatoria, Bachillerato y FP.
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