La OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos) ha publicado recientemente el informe Skills Outlook 2021: Learning for Life que analiza el aprendizaje a lo largo de toda la vida y la transición desde la Secundaria hasta el mercado laboral. En sus conclusiones hace un llamamiento urgente a los países europeos: es necesario redoblar los esfuerzos para que las personas puedan seguir aprendiendo a lo largo de su vida (lifelong learning) y puedan desenvolverse en un mundo laboral que no para de cambiar de manera acelerada y constante consecuencia de la globalización y, ahora, a causa también de la pandemia.
El informe dice que las políticas públicas deben desempeñar un papel fundamental a la hora de facilitar un aprendizaje permanente eficaz e integrador. Para ello, señala que será crucial invertir recursos en programas de aprendizaje permanente, con la participación de las partes clave interesadas y con especial atención en los grupos más vulnerables y en particular los jóvenes, los NEET (Not in Education, Employment, or Training, es decir aquellos que no tienen empleo, educación o formación) y aquellos cuyos puestos de trabajo corren mayor riesgo de transformación.
En la presentación del informe celebrada en París, el secretario general de la OCDE, Mathias Cormann, apuntó que «Es esencial que el aprendizaje permanente sea una realidad para todos, ya que la crisis ha acelerado aún más la transformación de nuestra economía y las necesidades de cualificación» y subrayó la necesidad de dar solución a otros temas como la desigualdad de género.
El informe señala también tres aspectos fundamentales que los países deberán tener en cuenta para que ese aprendizaje permanente sea realmente eficaz:
- Situar a los alumnos en el centro del aprendizaje
- Ofrecer habilidades para toda la vida
- Lograr una fuerte coordinación para un aprendizaje inclusivo y de alta calidad
¿Qué dice el informe sobre España?
En el caso de España los resultados son un tanto alarmantes. Es el país de la Unión Europea con la mayor tasa de jóvenes que abandonan los estudios al finalizar la ESO. Una consecuencia de ello es que nuestro país es el país de la Unión Europea, tras Grecia, en el que menos avanza la comprensión lectora entre los 15 y los 27 años.
El papel de los profesores y de la lectura en la formación de los alumnos
El informe destaca que los profesores tienen un papel primordial que influye directamente en el interés por el aprendizaje que pueden conservar los alumnos una vez que terminan de estudiar. A este respecto, el dato de España es positivo: al preguntar a los alumnos de 15 años si están “entusiasmados” por parte de sus profesores (entusiasmo del profesor por el contenido que está enseñando, interacciones con los alumnos, estimulación de su capacidad crítica, etc) la puntuación media de los países de la OCDE es de 0,012, mientras que en España es de 0,034. Sin embargo, al medir el grado de estimulación de los alumnos hacia la lectura, España está por debajo de la media: la puntuación media de la OCDE es de -0.003, la de la UE de -0,024 y la de España de -0,309.
Nivel sociocultural de la familia
Otro dato para tener en cuenta del informe es la diferencia de puntuación entre aquellos con al menos un padre con estudios superiores (se registra una mejoría de casi cinco puntos de los 15 a los 27 años) y aquellos cuyos padres no tenían ese nivel educativo (casi dos puntos menos). Además, el estudio también destaca que aquellas familias con mayor capital sociocultural ofrecen mayor apoyo al estudiante.
Preocupación por el número de “ninis” y falta de formación a los jóvenes
El tema de los NEET fue uno de los que se abordaron durante la presentación del informe y en este punto el foco está puesto en España: junto con Italia, Grecia e Irlanda es el país con más “ninis”. Mientras en la media de los países de la OCDE el 34% de los alumnos de 15 años han participado en algún programa de prácticas o voluntariado, en España solo el 22% lo ha hecho.
Otro factor que influye en la falta de vocación de los jóvenes es la carencia de formación que reciben cuando empiezan a trabajar, sobre todo en las compañías más pequeñas. El informe señala que “Las empresas con mayor proyección se esfuerzan más en desarrollar planes efectivos para que sus plantillas adquieran nuevas habilidades y los animan a superarse”. Con un 16%, España ha sido el país en el que una mayor proporción de personas aseguraron que están motivadas para formarse, pero no disponen de los recursos para ello.