“En la educación, como en la vida, solo funcionan las cosas que se exigen.” Estas son las palabras de Natasha Sutyrina, licenciada en ingeniería electrónica por la Universidad Estatal de Electrónica de San Petersburgo, y madre de Sasha, una estudiante madrileña de 12 años que cursa primero de ESO. Según Natasha, asignaturas científicas como matemáticas necesitan una atención especial ya que, si no tienes una buena base, se complica el aprendizaje y los alumnos se frustran. Una forma de fomentar esta práctica diaria que facilite la formación de los alumnos es que los profesores manden deberes diarios para que los estudiantes puedan afianzar los conocimientos impartidos en las aulas por el profesor.
Los libros de texto permiten practicar y repasar en el hogar, y son un elemento esencial del aprendizaje que facilita que aquellos alumnos con mayores dificultades dispongan de los contenidos impartidos en clase para poder avanzar a través de su trabajo autónomo fuera del aula.
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