Los libros de texto, más bien los “libros del alumno o de la alumna” son materiales curriculares cuyo sentido no les viene dado por sí mismos, lo que implicaría que son válidos en cualquier contexto educativo, sino que están directamente relacionados con un determinado sistema educativo, con un alumnado y profesorado, verdaderos protagonistas en el proceso de enseñanza-aprendizaje y de todo el sistema, y en un contexto concreto. Hoy día no tiene sentido que algunas personas, afortunadamente muy pocas, los sigan considerando como contenedores de verdades absolutas en lugar de como propuestas educativas.
Cuando un Consejo Escolar aprueba el uso de unos libros de texto de unas editoriales específicas, ha tenido en cuenta, al menos, lo siguiente:
- Un sistema educativo, diferente en cada país. En España se concreta en una Ley estatal, generalmente Orgánica, y la normativa que la desarrolla. También que desde hace treinta años, el 35 o el 45 por ciento del currículo lo estipula cada comunidad autónoma en función de si, además, del castellano, tienen otra lengua. Este contexto específico español implica que los proyectos editoriales, a partir de los que se desarrollan y concretan los libros de texto, se adapten a las normativas de las 17 comunidades autonómicas.
2. El Plan de Centro es el documento referente en el que se concreta el principio de autonomía pedagógica, de organización y de gestión. Es un documento público y plurianual que afecta a toda la Comunidad Educativa, es el marco de referencia. Está constituido por tres documentos: el Proyecto educativo, el Reglamento de organización y funcionamiento y el Proyecto de gestión. En el Plan de Centro no sólo se incluyen los aspectos curriculares, sino también los contextuales y las necesidades específicas del Centro.
Sin tener en cuenta los aspectos organizativos, ni los de Régimen Interior, ni el plan y las normas de convivencia, el Proyecto Educativo incluye:
- Unas líneas generales de actuación pedagógica.
- Una coordinación y concreción de los contenidos curriculares, así como el tratamiento transversal en las áreas, materias o módulos de la educación en valores y otras enseñanzas.
- Un apartado de Atención a la diversidad del alumnado. ª El plan de Orientación y Acción Tutorial.
- Las competencias base y los objetivos propios para la mejora del rendimiento escolar y la continuidad del alumnado en el sistema educativo.
- Un plan de formación del profesorado.
- Criterios para organizar y distribuir el tiempo escolar, así como los objetivos y programas de intervención en el tiempo extraescolar.
- Procedimientos de evaluación interna.
3. Si el centro educativo es bilingüe o plurilingüe algunas materias se imparten en otro idioma extranjero, generalmente inglés.
4. Las editoriales, que obviamente conocen el Sistema Educativo, elaboran un proyecto editorial cuyos componentes más visibles para sociedad son los “libros del alumno o de la alumna”. Junto con estos materiales, que son los más visibles porque son los que utiliza el alumnado y son los que tienen una repercusión económica para las familias o para las instituciones, las editoriales ofertan otros materiales, la mayor parte de manera gratuita:
- El libro en formato digital.
- Cuadernos complementarios relacionados con cada materia
- Se permite el acceso a recursos digitales ofertados por la editorial, vídeos, presentaciones, juegos didácticos, casi siempre presentan un carácter lúdico, es decir, son motivadores.
- Material específico para el profesorado que contiene propuestas didácticas, el solucionario del “libro del alumno o de la alumna”, orientaciones pedagógicas relacionadas con las competencias y estándares de aprendizaje, propuestas de proyectos de centro, programaciones de área y de aula, acceso a la página web de la editorial, orientaciones metodológicas, videos, presentaciones, recursos para evaluar, materiales para la atención a la diversidad, propuestas de planes lectores, orientaciones para hacer un uso responsable de las TIC, plataformas que abren caminos a otras fuentes de información, etc.
- También ofrecen recursos para el aula como pueden ser murales, cajas con materiales específicos de las distintas materias, recursos para el aprendizaje cooperativo, etc.
En resumen, el “libro para el alumno o para la alumna” comparte protagonismo con otros múltiples recursos educativos, sin los cuales, carecen de sentido porque todos forman parte del proyecto editorial.
Teniendo en cuenta todo este contexto complejo, la comunidad educativa de cada centro, a través del Consejo Escolar y a propuesta del profesorado, opta por los materiales de una editorial concreta.
El profesorado no deja de tener presente que los “libros del alumno o de la alumna” son unos materiales educativos que sirven de apoyo, guía u orientación en el proceso enseñanza-aprendizaje, que se realiza en un contexto determinado y que están al servicio de los verdaderos protagonistas del sistema educativo.