
El último informe mundial sobre el profesorado elaborado por la UNESCO, junto a datos de la Fundación SM, alerta de una situación preocupante en el ámbito educativo: en España, cerca del 40% de las plazas públicas para docentes de Matemáticas y materias STEM no se cubrieron en las oposiciones de 2021. Este dato, lejos de ser una anécdota puntual, refleja un problema estructural que afecta directamente a la calidad de la enseñanza y al futuro de la educación científica en nuestro país.
La escasez de profesores en áreas clave como Matemáticas, Física, Tecnología o Ciencia de Datos es un fenómeno global. Pero en España, donde el acceso a estas disciplinas sigue marcando diferencias socioeconómicas profundas, el problema se agudiza. Muchos centros educativos, especialmente en zonas rurales o con contextos desfavorecidos, tienen serias dificultades para encontrar docentes cualificados.
Así lo pone de manifiesto el Informe Mundial sobre el Personal Docente, presentado en Madrid y elaborado por la Unesco junto con el Equipo Especial Internacional sobre Docentes para Educación 2030 (Teacher Task Force) y la Fundación SM. Este diagnóstico global pone el foco en el agotamiento, la desmotivación y la precariedad que aquejan a una parte considerable del magisterio.
La carrera docente, en especial en el ámbito de las Matemáticas, ha perdido atractivo. Mientras tanto, las empresas del sector tecnológico, financiero y de datos se disputan a estos profesionales, ofreciéndoles salarios más altos, proyección internacional y mejores condiciones laborales. En consecuencia, muchos graduados en Matemáticas y Estadística optan por el mundo corporativo, dejando las aulas como una segunda opción. El sindicato CSIF ya ha denunciado esta situación exponiendo que faltan más de 250 profesores de matemáticas en Madrid y según, recoge el Monitor de la Educación y la Formación de la Unión Europea, más de 720 plazas de Matemáticas quedaron vacantes en 2023.

El reto es complejo, pero no imposible. Existen estrategias educativas que podrían contribuir a revertir la escasez de profesores en matemáticas:
- Revalorizar la figura docente. Es imprescindible una campaña institucional sostenida y una mejora de las condiciones de la profesión docente, que dignifique el papel del profesorado como motor de cambio. Una revalorización que debe ir acompañada de mejoras salariales, condiciones de estabilidad y desarrollo profesional continuo, especialmente en áreas STEM.
- Formación inicial más atractiva y práctica. Muchos futuros docentes abandonan el camino antes de llegar al aula. Una formación inicial más vinculada a la realidad escolar, con prácticas tempranas y formación en competencias digitales, puede ser una palanca clave.
- Captar talento del sector privado. Programas puente que permitan a profesionales del mundo empresarial ejercer como docentes (de forma parcial, flexible o temporal) ayudarían a cubrir vacantes y enriquecerían la enseñanza con una visión aplicada del conocimiento.
- Impulsar vocaciones tempranas. La solución también pasa por fomentar, desde la escuela, el interés por las matemáticas y las ciencias, especialmente entre niños/as y adolescentes, para ampliar la base futura de profesorado.
En este contexto, el sector editorial tiene una oportunidad clave. La innovación en los materiales didácticos puede convertirse en un factor determinante para aumentar la motivación del alumnado y, al mismo tiempo, facilitar el trabajo de los docentes.
Las editoriales asociadas a ANELE llevan años trabajando en la creación de recursos que conectan con la realidad del estudiante, mostrando de forma clara cómo las matemáticas se aplican a problemas cotidianos y a los grandes retos del mundo actual para así hacerlas más atractivas para el alumnado. Asimismo, incorporando materiales adaptativos y digitales que permiten una enseñanza más personalizada.
La falta de docentes de Matemáticas no es solo un problema de recursos humanos; es una llamada de atención sobre el futuro de la educación científica en España. Para resolver esta ecuación necesitamos el compromiso conjunto de administraciones, centros educativos y el sector editorial. Porque solo si logramos atraer a los mejores docentes, podremos garantizar una educación STEM de calidad y orientada al futuro.